30 June 2006

Hormonas

Una espesa nube de polvo y el rugido de estridentes motores de cuarenta y nueve centímetros cúbicos les precede.

El grupo, compuesto principalmente por machos, irrumpe en el recinto de la piscina cual manada de toros saliendo del corral en los encierros de San Fermín.

No existe el autocontrol, solo hormonas. Insólito lenguaje, cuerpos largos y atrofiados, actitud intimidatoria, escandalosos michelines, bigotes sin afeitar, rostros demacrados por el cruel acné, gritos, gritos y más gritos.

Son los adolescentes. Han vuelto.

Y esta vez para quedarse.

20 June 2006

Palmera de chocolate

¿Cuántas palmeras de chocolate me he comido en Fanepao?
¿Cuántos goles he visto en Galería?
¿Cuántos acordes he tocado en el parque?
¿Cuántos kilómetros he corrido en el campo del liceu?
¿Cuántas canecas me ha puesto André?
¿Cuántos vasos he tirado en el Bucha & Estica?
¿Cuántos finos me ha puesto la camarera del pelo rojo?
¿Cuántas shisas ha preparado o alemao?
¿Cuántas fotos hizo Maluka?
¿Cuántos macarrones ha preparado Zebra?
¿Cuántas veces he pedido más molho en Ramona?
¿Cuántas sopas ha cocinado Cocci?
¿Cuántas veces he disfrutado del olor de Cacia?
¿Cuántos partidas estúpidas he perdido jugando al Worms?
¿Cuántas veces ha entrado Zanette en este blog?
¿Cuántos objetos ha robado Ramao?
¿Cuántas veces hemos dicho de volver a Guimaraes?
¿Cuántos kilos de chocolate he comprado en Minipreço?
¿Cuántas veces ha sonreído Zoanita?
¿Cuántas veces he sacado a Mia de mi habitación?
¿Cuántas canastas he metido cerca de Oleria?
¿Cuántos pasos he dado en busca del periódico de los domingos?
¿Cuánto me duraron los frenos de mi Bike Queen?
¿Cuántas veces he cruzado la ría?
¿Cuántas francesinhas ha probado el austriaco?
¿Cuánta arena he tragado en Barra?
¿Cuántos kilos de cartón se han llegado a acumular en la cocina?
¿Cuántos platos he fregado?
¿Cuántos sandes me he preparado?
¿Cuántos galaos me ha traído la chica de la melena larguísima?
¿Cuánto sabe Robi sobre mí?

17 June 2006

Toallas

Después de unos días de reflexión, me he dado cuenta de que sí tengo una opinión formada sobre el mundo de las toallas. He aquí.

Las toallas de baño me gustan grandes, de modo que al atármela a la cintura me llegue hasta los tobillos; no pretendo ser el protagonista de uno de esos anuncios de colonia que caminan tranquilamente por el pasillo de su casa enseñando sus musculosas y afeitadas piernas. Me gustan las toallas que raspan, esas que se nota que vienen siendo usadas desde los años de la Movida.

Para un vestuario, prefiero una toalla más pequeña, más curtida, más manejable; que en un caso de emergencia pueda ser enrollada rápidamente y con un hábil movimiento de muñeca azotar el culo de un despistado compañero.

Los colores azul o gris claro son los que veo más adecuados para este tipo de toallas.

En cuanto a las toallas de playa, me gustan todavía más grandes, y que raspen incluso más. Me gusta ver hilos sueltos, manchas de vidas anteriores, dibujos descoloridos.

Las toallas del bidé, en mi humilde opinión, están totalmente obsoletas en el mundo actual. Esas toallas pequeñas, de vivos colores, que jamás ha utilizado nadie por que nadie sabe muy bien qué se tiene que secar exactamente con ellas. Es un despilfarro inaceptable. Además, ¿quién utiliza el bidé, hoy en día? Yo (concretamente) en mi casa no quiero que me lo pongan. ¡Que me hagan otro báter!

Otro tipo de toallas sobre las que me gustaría manifestar mi opinión son las pequeñas toallitas perfumadas para limpiarse las manos que podemos encontrar fácilmente en el cuarto de baño de los hoteles. Sugiero a los principales fabricantes de este tipo de productos, que se planteen un cambio en la fragancia que vienen usando, que después de veinte años de regular utilización, a los consumidores empieza a cansarles ese inconfundible olor a colonia Nenuco.

Por último, solo decir que eso de que Portugal sea el principal fabricante y exportador de toallas low cost -que todos hemos tenido siempre en mente como un dogma- es sólo un mito, ya que no he visto más de ¿dos? establecimientos en los que me ofrecieran toallas a buen precio. Por cierto, ¿cuánto vale una toalla?

15 June 2006

Blog-queo

"Estoy atravesando una fase poco creativa." Esto es lo que diría un pintor al que solo le salen del pincel chorradas minimalistas.

Le ha alcanzado el bloqueo del escritor. Lo que se diría sobre el juntaletras que no se atreve volver a ponerse delante del papel por miedo a verse sin ideas. En este caso lo podríamos llamar blog-queo (Nótese el sutil juego de palabras).

"Si es que cuando la pelotita no quiere entrar..." El delantero que ve llegar el declive de su carrera después de una serie de horrorosos partidos en que no mete gol ni al arcoiris.

Pues sí. No sé sobre qué escribir, esa es la verdad. Miro a mi alrededor y qué veo: una toalla; ¿escribo sobre toallas? Tampoco tengo una opinión muy formada sobre el mundo de las toallas.

Estoy aburrido. ¿Y un post sobre el aburrimiento? Si por eso precisamente es por lo que no escribo. Tengo las neuronas tan aburridas y futbolizadas que me las imagino jugando un "alemán" dentro de mi cabeza.

En fin, ¿es esto el ocaso de lo que fue catalogado por muchos expertos como uno de los blogs más prometedores del panorama actual?

¿Qué opináis de las toallas? ¿Os gustan?

09 June 2006

Gol

El primer recuerdo que tengo de un Mundial es el de Luis Enrique sangrando por la nariz tras un terrible codazo de Tassotti y haber perdido dos a uno contra Italia. El último es el de Iván Helguera sujetado por dos compañeros de la selección mientras intentaba darle su merecido a un sinvergüenza egipcio.

Entre estos dos tengo a Milinko Pantic marcando cuatro goles en el Camp Nou y aun así perdiendo cinco a cuatro contra el Barcelona; a Alfonsito marcando un gol de volea contra Yugoslavia que nos clasificaba para los cuartos de la Eurocopa de Holanda y Bélgica; a Mijatovic corriendo hacia el banquillo celebrando como un perturbado el gol que nos daba la séptima Copa de Europa; a Fran marcando el cuarto gol contra el Milán en los cuartos de final de la Champions confirmándose una increíble remontada; a Geli marcándose un gol en propia puerta que significaba la derrota del Alavés en la final de la Copa de la Uefa contra el Liverpool de Fowler y Owen; al cinco a cero de Romario; al cinco a cero de Zamorano; a Beckam levantando una Copa de Europa tras haber marcado su equipo dos goles en el descuento al Bayern de Múnich; a Raul fallando un penalti en el tiempo de descuento contra la Francia de Zidane y Djorkaeff; a Manu Busto marcando desde fuera del área el gol del Ascenso; a un jovencísimo Shevchenko marcándole tres golazos al Barcelona en casa; a la porteria del Fondo Sur del Bernabéu cayéndose diez minutos antes de comenzar un partido contra el Borussia de Dortmund; a las rabonas de Djalminha; a los controles milimétricos de Suker; a las vaselinas de Raul; al doblete del Atlético; a los cañitos de Tristán; al regate de Caminero a Nadal; a Nayim colándosela a Seaman desde cuarenta metros; a Julen quedándose en tierra de nadie; a Salillas saliendo y marcando; a Djukic llorando; a Stoitchkov riendo; a Salinas fallando un mano a mano ante Pagliuca; a Casillas parando tres penaltis a Irlanda...

Hoy empieza el Mundial.

Hay cosas más bonitas que el fútbol, pero pocas.

06 June 2006

Punto de fusión

Dos del mediodía. El café doble que te acabas de tomar en tu pastelería favorita no cumple su objetivo y tienes todavía más sueño.

El poco viento que entra por la ventana tampoco ayuda en absoluto: es como si te estuviera echando el aliento en la cara un camello agonizante.

Hace calor, hace calor, ella tiene la receta para estar mucho mejor; sin lujo, sin prisas, me entrego a su sonrisa como a una sacerdotiza del amor.

Los botones de la calculadora se derriten. El Papa colgado en la pared se quita su sombrero blanco cuando no le miras. La cola del gato está en llamas, literalmente.

Hoy te la meto hasta el mismo corazón, solo con que digas calor... ¡Calor!


Piensas en icebergs, frigo-piés, piscinas de plástico, cubitos de hielo, termómetros en el sobaco, vestuarios sin agua caliente, viennettas, osos polares; pero eso no te ayuda.

Joder, qué calor.

04 June 2006

Elefantes

-nombre- se acuesta temprano, sin ver acabar el partido, sin nada en el estómago más que dos caramelos de limón, con hambre; solo, planteandose la absurda opción de comprarse una nevera nueva y ponerla al lado de la que ya tiene.

Sueña en rosa. Apetitosos algodones de azucar sobrevuelan su cabeza como zeppelines. Amables crías de cerdo le invitan a jugar una interminable partida de Risk, en la que los soldaditos tienen la forma, el olor y el sabor de esas gominolas que algunos conocen como nube y otros como jamón.

Los elefantes borrachos de la película Dumbo sirven batidos de fresa mientras de fondo suena la melodía de La Pantera Rosa.

A -nombre- le despierta un olor parecido al de leche quemada. Faltan cuatro minutos para que suene el despertador.

02 June 2006

eclipse

clink

Sale de casa con la lengua dolorida por culpa de un café bebido demasiado deprisa. El eclipse parcial en esta parte del continente hace que la luz del sol sea más débil de lo normal.

A -nombre- no le gusta su trabajo, pero no está preocupado por ello. Conoce poca gente que disfrute haciendo lo que otros le mandan; ni siquiera aquellos que tenían sus vocaciones más claras.

El día no es ni más aburrido ni más divertido que los ciento cincuenta anteriores, y -nombre- vuelve a casa a la hora habitual después de ocho horas intrascendentes sentado ante su escritorio, una hora en el restaurante de menú a 7 euros -Ensalada o entremeses, de primero; escalope a la milanesa o lenguado de segundo; postre, pan y vino o agua-, veinte minutos de ida en autobús y treinta y cinco minutos de vuelta andando.

No ha comprado limpiasuelos.

Se ducha y pone la televisión. -nombre- vive solo con sus bolas de pelo del suelo, así que las únicas voces que oye al llegar a casa son las de los comentaristas futbolísticos y hombres del tiempo.

Deja la televisión encendida mientras se dirige a la cocina a prepararse la cena. No ha comido nada desde que tragó la última cucharada de flan de huevo del mediodía.

Nota que algo ha ocurrido en la cocina nada más entrar en ella. Dirige su mirada a la nevera y observa con curiosidad que la mancha rosa ha dejado de ser una simple mancha, para convertirse en una forma sólida similar a un cubo de playa -rosa-.

-nombre- intenta hacer algo que sabe que no va a dar resultado: imposible abrir la puerta del frigorífico, la cosarosa lo impide. -nombre- frunce el ceño. No parece que vaya a ser fácil despegar eso del suelo.

Y -nombre- tiene hambre.

01 June 2006

Vivir con papá y mamá

La ropa sucia tiene la increíble habilidad de caminar desde el suelo de nuestras habitaciones hasta la lavadora, además de realizar el camino de vuelta de nuevo sin ningún percance, para encontrarse de nuevo en nuestros armarios plegadita y con buen olor en un tiempo máximo de tres días.

El frigorífico se encuentra siempre en estado de máxima capacidad, no importando el número de yogures o lonchas de queso que comamos en un día. Éste tiene la capacidad de regenerar los alimentos ya consumidos.

Por una serie de motivos que desafían a las más básicas leyes de la física, los alimentos presentes en el frigorífico tienen la capacidad de autococinarse, adquiriendo así las condiciones nutritivas que nuestros hambrientos cuerpos humanos necesitan.

El cuarto de baño ha desarrollado espontáneamente un preciso mecanismo de síntesis, que le permite transformar los malos olores en agradables fragancias para nuestras exigentes pituitarias.

Las sábanas de nuestras camas están perfectamente sincronizadas. En rigurosos turnos de una vez por semana, el juego que está siendo utilizado, cede su lugar al siguiente, para realizar el trayecto explicado en el punto número uno.

El suelo absorbe, literalmente, cualquier resto de comida. Nos encontramos en la era del reciclaje.