30 July 2008

Jabon

Desciendo la escalera enroscada de la discoteca en direccion a los cuartos de banyo. Empujo la puerta y entro con decision, esperando encontrar lo mismo que encuentro habitualmente en cualquier cuarto de banyo de discoteca de la costa levantina.
Dentro del cuarto de banyo hay un negro. Enorme. Esta sentado en un taburete alto junto al espejo, y viste chandal con camiseta roja.
Comienzo a echar una meada en los urinarios de pie, a pocos metros del sujeto. Soy la unica persona que se encuentra en esos momentos dentro del cuarto de banyo, asi que sospecho que el negro me debe estar observando atentamente. Giro el cuello y descubro que, en efecto, un negro me mira mientras meo.
Durante el par de segundos que nuestras miradas se cruzan, el negro asiente con complicidad.
- Puedes seguir meando, amigo - parece decirme con ese gesto.
Me subo la cremallera y me doy la vuelta en direccion a los lavabos. Antes incluso de hacer ningun gesto que delate mis intenciones, el negro lee mi mente con precision:
- Jabon? - pregunta acercandome el tipico bote de color rosa que todos tenemos en el cuarto de banyo de nuestra casa. Deja caer dos chorritos de jabon con olor a fresa sobre mis manos y, sin dejarme reaccionar, pulsa el boton automatico del grifo.
Me limpio las manos con calma bajo su atenta mirada.
- Papel? - pregunta el negro con amabilidad centesimas de segundo despues de que el grifo se cierre.
Me seco las manos con solemnidad y tiro los papeles mojados en un cubo que el negro me ofrece con su mano izquierda.
Al atravesar la puerta en direccion al exterior observo que, junto al marco, hay un platillo para dejar propinas. Hay monedas hasta de dos libras. Yo no dejo nada.
Subo las escaleras deprisa. Por si acaso.

25 July 2008

Hipotesis

Hipotesis sobre las variaciones del clima a lo largo de un dia en la ciudad de Londres (todavia sin comprobar cientificamente).

1) Si al despertarte por la manyana esta nublado, es mas que probable que termine el dia lloviendo.

2) Si al despertarte por la manyana esta lloviendo, hay grandisimas posibilidades de que termine el dia lloviendo.

3) Si al despertarte por la manyana puedes ver en el cielo claros y nubes, posiblemente termine el dia lloviendo.

4) Si al despertarte por la manyana observas una nube lejana en el horizonte, puedes apostar fuerte a que esa nube se acercara a la ciudad y terminara el dia lloviendo.

5) Si al despertarte por la manyana entra por tu ventana un sol radiante que te anima a vestir pantalon corto y chanclas, y a comprarte helados en la tienda de la esquina, terminara el dia lloviendo.

23 July 2008

Lost in translation (version turca)

1)
A Errol, el manager del restaurante turco donde trabajo ahora, le caigo bien. Me felicita constantemente por cosas que no tienen ningun merito, e insiste en decirme que en un par de semanas me ascendera a un puesto mejor si consigo aprenderme la interminable lista de platos turcos que componen el menu.
El cuarto dia de trabajo, el bueno de Errol me da un plato, me senyala una mesa, y me susurra al oido:
- Llevales esto. Es hemmes - entiendo yo.
Incapaz de memorizar el absurdo sonido que sirve para referirse a este plato, lo coloco en la mesa implorando que al cliente no se le ocurra preguntar de que se trata.
- Excuse me, what's this?
Maldicion.
- It's inmus, sir - respondo yo con seguridad.
- Sorry, what? - vuelve a preguntar.
- Femmus! - insisto yo.
El cliente asiente satisfecho y comienza a degustar su delicioso rummes. Al fondo del local, Errol, que ha observado la escena, afortunadamente demasiado lejos para oir nada, me guinya complicemente un ojo.
2)
Sorprendido ante la extremada amabilidad del jefe supremo del mi restaurante turco, pregunto como se llama a mi companyero de trabajo brasilenyo.
- Jaffar - responde.
Durante tres dias soy la persona mas feliz del planeta: mi jefe reparte bombones al finalizar cada jornada laboral y ademas se llama como el malvado personaje de una pelicula Disney.
Al cabo de este tiempo (durante el que siempre le llame, por supuesto, Jaffar), descubro que su verdadero nombre no es ese, sino Zaffer.
Lastima. Suena bien, pero me hacia mucha mas ilusion estar trabajando para el malo de la peli Aladdin.

16 July 2008

Escoba

Mi primer cometido en mi primer dia de trabajo en la cafeteria de Camden Town es barrer la terraza. Todavia no soy fijo en el establecimiento -estoy haciendo el training-, de modo que mi continuidad depende de mi actuacion en estas primeras horas de trabajo. Debo demostrar lo que valgo.
Me pasan la escoba y agarro el palo con firmeza. Con la misma seguridad con la que el jugador en el ocaso de su carrera agarra al fin el asa izquierda de la Copa de Europa.
Barro la terraza como si me fuera la vida en ello. Mis primeros y veloces movimientos de munyeca arrancan del suelo particulas aparentemente imperturbables al paso del tiempo. Sin quererlo, atraigo las miradas de los transeuntes mas cercanos y de mis nuevos companyeros de trabajo, sorprendidos ante semejante despliegue de vigor limpiatorio.
Motivados por las miradas curiosas de cerca de una decena de personas, la velocidad de los movimientos de mis antebrazos comienza a crecer a un ritmo vertiginoso. El extremo superior del palo de la escoba rota sobre su centro de gravedad a tal velocidad que es imposible distinguirlo a simple vista: igual que sucede con las aspas de un ventilador.
Centenares de personas, abrumadas por el absurdo espectaculo eolico-escobil que se desarrolla ante sus ojos, se agolpa ante la terraza de la cafeteria jaleando cada servilleta que mando a kilometros de distancia, cada mota de polvo que alejo por siempre de la orbita terrestre.
Al borde del desmayo, momentos antes de que la multitud estalle en un insolito orgasmo compartido, recojo la ultima colilla del suelo, alzo con mis dos manos la escoba y el recogedor, y me giro de cara a la muchedumbre dispuesto a recibir la mayor de las ovaciones recibidas en la capital de Inglaterra en toda su Historia.
Frente a mi, la calle esta completamente desierta. A las nueve y media de la manyana de un sabado, el unico espectador del alzamientos de mis dos preciados trofeos es el repartidor de periodicos gratuitos de la esquina.
- No, gracias- le digo.
Regreso al interior de la cafeteria y me senyalan una monstruosa pila de platos y tazas por fregar.
Agarro el estropajo y el detergente. Friego los platos como si me fuera la vida en ello.

11 July 2008

Bombas o mierda

En julio de 2007, el servicio secreto britanico evito una matanza a gran escala en la ciudad de Londres. Terroristas islamicos colocaron una bomba de gran potencia dentro de una papelera, que afortunadamente fue desactivada antes de explosionar.
A partir de este instante, el 100% de los habitantes de la capital de Gran Bretanya comenzo a tenerle panico a cualquier objeto similar a una papelera. Ciudadanos respetables de origen oriental no podian lanzar sus inmundicias al contenedor sin ser observados con miedo y resquemor por el resto del vecindario.
Afortunadamente, la clase politica dio de nuevo en el puto clavo: de manera inmediata debian retirarse todas las papeleras presentes en la ciudad, incluidas las del metro. Si no hay papeleras, no hay bombas. Facil.
Los efectos de esta brillante medida fueron todos mas que positivos. La gente volvio a perderle el miedo a salir a la calle, y los montones de mierda que se acumulaban en aceras, parques y estaciones de metro creron infinidad de nuevos puestos de trabajo.
Los malvados terroristas, mientras tanto, almacenan sus potentes bombas en casa, puesto que al no haber papeleras, no tienen donde colocar sus preciadas armas de destruccion masiva.
- We were fucking genius, man - se felicitan todavia los mandamases londinenses al recordar aquellos dias en que decidieron intercambiar bombas por mierda.

09 July 2008

Asador

Entrevista de trabajo para entrar a un bar-asador (repito, un bar-asador), cerca de la parada de St. Paul, en el centro de la ciudad.
Aunque parezca increible, las preguntas son totalmente ciertas. Las respuestas, desgraciadamente, solo ocurrieron en mi imaginacion:

- Como te definirias a ti mismo?
- Quieres oir la verdad o lo que pone en mi curriculum?

- Cual es tu libro favorito?
- Vamos a asar libros aqui?

- Cuales son tus ambiciones, en esta vida?
- Sin ninguna duda, trabajar en tu bar-asador.

- Si te diera 1000 libras en este momento, que harias?
- Sin ninguna duda, te diria que no quiero trabajar en tu mierda de bar-asador.

- Que haces los fines de semana?
- Le he gustado a este negro?

- A quien admiras?
- A Guti, claro.

- Quien es la persona mas importante en tu vida?
- Por lo menos, esta es facil.

- Que te gustaria que se escribiera en tu lapida, una vez hayas muerto?
- Que ocurre, amigo? Voy a morir aqui?

- Cual es tu suenyo, en esta vida?
- Puedo irme ya? Quiero llorar un poco.

Veinte minutos despues de entrar en el bar-asador, el entrevistador y yo nos despedimos con un apreton de manos. Jamas me telefonearon.

07 July 2008

thelondonpaper

El drama humanitario que vive la ciudad de Londres dia tras dia es desconocido para la mayor parte de la poblacion mundial.
A las afueras de esta gran ciudad, en un oscuro, misterioso valle, habita un enorme y repugnante monstruo que segrega minuto tras minuto por cada uno de sus poros cientos de miles de toneladas de periodicos gratuitos, que se acumulan junto a las puertas de la ciudad amenazando con arrasar con todo lo que encuentren a su paso.
El gobierno de la ciudad, ante tan alarmante situacion, distribuye por todas las esquinas de la urbe a decenas de miles de ciudadanos paquistanies que reparten sin cesar montones de estos periodicos entre los atareados ciudadanos londinenses.
Resulta de vital importancia la actuacion diaria de estos simpaticos personajes orientales, ya que si estos centenares de miles de toneladas de periodicos gratuitos dejaran de ser repartidos, la totalidad de la poblacion de la capital britanica quedaria sepultada rapidamente bajo multitud de noticias de dudoso interes.
Y es que, aunque no lo parezca, doce millones de personas muertas son muchas personas muertas.

03 July 2008

Anyos luz

En mi primera manyana londinense, sin todavia demasiado por hacer, decido comenzar a conocer un poco de este colosal laberinto repleto de Kentucky Fried Chickens y Starbucks.
Tomo el plano del metro (todavia no he adquirido ninguno de esos fantasticos mapas de Londres a tres libras la unidad) y elijo una parada al azar.
Londres esta dividido en nueve zonas concentricas, siendo la zona numero 1 el centro neuralgico, y la zona numero 9 el fin del universo conocido. Mas alla de los limites de dicha zona, el abismo, lo desconocido, criaturas jamas vistas, dragones (y mazmorras), el vacio absoluto, la nada.
Queen's Park es la parada del metro afortunada en mi aleatoria seleccion sin conocimiento. Si es un parque, y se lo han dedicado a la Reina, no puede estar del todo mal. Ademas , se encuentra en zona 2, con lo que me vale el billete que acabo de adquirir junto a mi hostal.
Entro, confiado, en un tren overground que me acababa de aconsejar un aparentemente seguro de si mismo empleado de la red ferroviaria londinense.
Tiempo despues, el paisaje desfila ante mis ojos sin detenerse ni un instante. Los minutos transcurren, y la primera parada del recorrido se resiste.
Extranyado, echo un vistazo al mapa impreso en la pared del vagon a muy pocos centimetros de mi nariz. Evidentemente, Queen's Park no aparece por ningun sitio.
Asustado, compruebo en mi mapa del metro la situacion de la estacion marcada como destino. Watford Junction: zona 9.
Desesperado, intento que el tren se detenga por todos los medio. Un freno de emergencia identico al que aparecia en la pelicula Regreso al Futuro III no obedece mis dramaticas ordenes; la gente a mi alrededor, anestesiados por sus preciosos ipods, no parece inmutarse ante mis pavorosos alaridos; mientras que al fondo, a escasos centenares de metros, un humeante crater que ocupa la totalidad del horizonte, comienza a devorar los primeros vagones del tren en el que me encuentro.
Emulando a un noble ciudadano andaluz que protestaba contra la brigada de bomberos de su pueblo asestando cabezazos contra la ventanilla del camion, me lanzo de cabeza contra el cristal que se encuentra a mi izquierda y lo atravieso, hiriendome de gravedad en brazos y piernas.
Ya en tierra firme, malherido pero con vida, observo como el ultimo de los vagones abandona para siempre los railes sobre los que circula, perdiendose en la inmensa negrura del fin del mundo.
Tras recrearme unos instantes con esta magnifica y apocaliptica vision, compruebo que todavia conservo mi billete de metro diario, y tomo de vuelta el tren que se dirige a la ciudad.