26 January 2009

Tecla

Me voy a dormir (solo).
Antes de meterme en la cama, cojo el móvil para enviar un mensaje de texto. Siendo la una de la madrugada y tratándose el destinatario de una atractiva fémina, resulta fácil intuir que el contenido del mensaje no girará en torno a la crisis económica o los resultados de la decimonovena jornada de liga: se trata del Típico Mensaje Calentorro.
Tecleo las picantes sentencias mientras bostezo, y le doy a ok para seleccionar el nombre del destinatario. Con la flecha de abajo, busco con rapidez el nombre en cuestión dentro de mi larguísima agenda.
Debido a un imperdonable despiste, mi dedo pulsa una vez de más la tecla de la flecha de abajo, seleccionando por error el siguiente nombre que aparece en la agenda. Dicho nombre es, ni más ni menos, que el de mi pre-adolescente primita de catorce años. En la pantalla del teléfono móvil, por tanto, aparecen únicamente dos palabras: el nombre de mi joven e inocente prima pre-adolescente, y la palabra confirmar rodeada de interrogantes.
A pesar de haberme percatado del error en la selección del nombre del destinatario, el reducido espacio presente entre mi dedo pulgar y la tecla ok, sumados a la elevada velocidad inicial que dicho dedo poseía en ese mismo instante, provocan que la yema y la metálica superficie del teléfono móvil entren en contacto.
En cuestión de milésimas de segundo, dramáticas imágenes en blanco y negro pasan fugazmente ante mis ojos: soy yo mismo, con una chaqueta de chándal marrón y naranja sobre la cabeza, entrando en la Audiencia Nacional agarrado por dos policías, acusado por familiares propios de pedofilia y corrupción de menores. Mi vida reducida a una continua sodomía penitenciaria a causa de un inocente tecleo de más.
Milagrosamente, el valor de presión que mi pulgar ejerce sobre la tecla en cuestión es 0,0001 Pascales inferior al valor de presión necesario para activar el funcionamiento de dicha tecla. Le doy al botón de Atrás y selecciono el nombre correcto prestando especial atención.
El final del relato es agridulce: mi prima sigue durmiendo sin devastadores traumas erótico-familiares. El mensaje, sin embargo, jamás obtuvo respuesta.

24 January 2009

Está muerta

Nos dicen que la música está muriendo.

Que el número de descargas ilegales crece exponencialmente año a año alrededor de todo el mundo. Que el porcentaje de canciones bajadas de la Red de manera legal (pagando) es mínimo, ridículo.

Que la venta de cd's en grandes almacenes se estanca. Que la compra de discos a simpáticos negros con manta no decrece.

Que en la radio siempre suenan los mismos. Que es imposible que pequeñas bandas minoritarias triunfen más allá de su barrio.

Que es un cadáver.

Miro a mi alrededor y veo lo contrario.

Veo que nunca la música había estado tan metida en la vida de la gente como lo está ahora. Nunca ha habido tantísima gente interesada en hablar sobre música (buena o mala), en conocer música (buena o mala), en adquirir música (buena o mala), en vivir solo con música alrededor (son ya muchas las veces que he oído la frase "no podría vivir sin música").

Veo que los festivales de música crecen como setas, que hay conciertos para elegir hasta en mi ciudad, y que con myspace o lastfm o megauploads empieza a ser habitual enamorarse de grupos islandeses o canadienses o checos o búlgaros.

Me miro a mí mismo y veo que en el último año me he gastado alrededor de ciento cincuenta euros en entradas para conciertos o festivales (sin contar lo mucho que invertí allí dentro en consumiciones de todo tipo), que me he comprado cinco cd's, que me han regalado un reproductor mp4 y que gracias a Internet he descubierto alrededor de veinticinco grupos nuevos (que me han podido gustar más o menos).

No lo tengo claro. ¿Está muriendo la música... o está más viva que nunca?

22 January 2009

Definición

Definición de la palabra amor según el Diccionario Vox de Lengua Española (Prologado por D. Manuel Alvar, de la Real Academia Española, Junio de 1992).

Amor: Sentimiento afectuoso que nos inclina hacia una persona o cosa; especie de pasión que atrae a las personas de distinto sexo.

Hmm. ¿Amor se escribe sin hache?

20 January 2009

Me pone

Sin nadie habérmelo pedido previamente, he aquí mi top five de mujeres políticas con las que tranquilamente podría pasar una acalorada velada de desenfreno (sexo).
#5 : Leire Pajín. Frente generosa y rasgos extraños. Me gustan su forma de hablar y su nariz. Tiene la indiscutible ventaja de recordarme a una antiquísima ex-novia. Leire me pone.
#4 : Ingrid Betancourt. Qué guapa es, joder. Y qué inteligente. Y qué cosas tan raras dice cuando se pone mística. Y qué acentito. Y qué cuerpazo. No lo puedo evitar, pero su selvático pasado la convierte en un ser todavía más atractivo. Ingrid me pone.
#3 : Soraya Sáenz de Santa María. Además de tener un nombrazo, tiene un morbazo. Algo debe de tener esta chica, que es del PP y me pone. Me pone más que Acebes, y todo.
#2 : Segolène Royal. Ay, la Sego. Me pongo muy nervioso cuando hablo de la socialista francesa. Un día, defendiendo a la Sego, casi me pego, no te digo más. Ojos preciosos y piernas de escándalo. Me pone, me pone la Sego.
#1 : Carmen Calvo. Aunque suene a tópico: no hay palabras suficientes para describir a la Calvo, indiscutible top 1 de mi innecesario ránking. Inteligente y culta y elegante y guapa y misteriosa. La ministra popera, la Audrey Hepburn del congreso. Una maravilla de mujer. Carmen, me pones.
¿Y vuestro ránking?

13 January 2009

Punto de Equilibrio

Punto de Equilibrio (o Punto Crítico) es aquel instante del semestre en el que la probabilidad de aprobar todas las asignaturas y la probabiliadad de suspender todas las asignaturas es exáctamente igual.
P (aprobar todas) = P (suspender todas)
En dicho instante, el estudiante se encuentra en una situación de estabilidad crítica. Un leve constipado, una chica simpática, unos apuntes mal tomados o un ejercicio extraviado pueden provocar el fatal derrumbe del frágil pero maravilloso castillo de naipes construido en las trece semanas anteriores.
Soy un funambulista. Estoy jodido. Maldito equilibrio.