30 November 2010

Efectos

Estoy constipado: tengo mocos, me duele la cabeza y toso. Me compro un medicamento de estos en sobre, con sabor a melocotón: Ratiogrip, polvo para solución oral.

Por curiosidad cojo el papelillo ese que hay dentro de la caja en el que te explican cómo tomarte los polvitos y sus efectos adversos. Son los siguientes:

Somnolencia. Hay quien me dice que siempre tengo sueño, así que este efecto no se percibirá demasiado. Intentaré no manejar maquinaria pesada como grúas o tanques.

Dolor de cabeza. O sea, que el medicamento que me tiene que aliviar el dolor de cabeza, me puede provocar más dolor de cabeza. Tiene lógica, sí, sí, sí.

Dermatitis alérgica. Picores variados. No serán en la cabeza, se entiende.

Orina turbia. Esto empieza a ponerse chungo. ¿Cuándo se considera que la orina es turbia? ¿Cuando es muy amarilla, o ya marrón rojizo? ¿Qué chungo, no?

Ictericia. Esto no sé ni lo que es, pero suena a enfermedad erradicada en el territorio europeo desde el siglo XVI, y por lo visto vuelve.

Alteraciones sanguíneas. No tenemos suficiente con la orina, así que ataquemos también a la sangre, por qué no.

Hipoglucemia. Ataques de hipo (ja ja)

Erupciones cutáneas. Lo que me faltaba, todo el día mocándome y la cara llena de granos.

Aumento de la sensibilidad de la piel al sol. También conocido como el efecto “hijos de Nicole Kidman”, que también estaban siempre constipados.

Aumento de la sudoración. Mocos, granos y sudado. Una gozada pasar el tiempo conmigo, vamos.

Pérdida de apetito. Apetito alimenticio, entiendo.

Mareos. La verdad es que cuando uno está todo mareado se olvida completamente del constipado, ahí sí funciona el Ratiogrip.

Pesadillas. ¿Va en serio, esto?

Excitación. De esto ya tenía, ¿se va a incrementar?

Nerviosismo. Eso lo provoca el papelito este, no el medicamento en sí.

Elevación de la presión arterial. Ya lo empiezo a notar, ya, cabrón.

Sequedad de la boca. Vaya hombre.

Sequedad de la nariz. La nariz, también seca.

Sequedad de la garganta. Todo seco, ha quedado claro.

Visión borrosa. Pérdida de píxels.

Retención urinaria. O sea, que mearé poco, y lo que mee, saldrá turbio.

Estreñimiento. Por ahí, también vamos mal.

Confusión mental. Así, en general.

Euforia. Me guardo un par pal finde, pues.

En fin, que en plan inconsciente ya me he tomado un par de estos sobrecitos y de momento los mocos, dolor de cabeza y tos parece que remiten mínimamente. Solo espero que si estos efectos han de ir haciendo aparición, no lo hagan todos a la vez, porque no consigo imaginarme cómo debe ser que te pongas nervioso porque te dé un mareo mientras meas turbio y dejas todo perdido de pis porque tienes la visión borrosa y no puedes pedir ayuda porque tienes la boca seca, te pica todo el cuerpo y tienes miedo de que en realidad sea una pesadilla en la que vas a morir quemado por el sol y de ictericia.

De momento es casi hora de cenar y no tengo hambre.

15 November 2010

Llueve

La Fórmula Uno es mucho más divertida con una abuela al lado:

- ¡Entra Webber!

- Què dius, que llueve?

06 November 2010

Triángulo

Una confusión de horarios provoca que me encuentre un viernes tarde corriendo hacia una sala de conciertos para ver un espectáculo que empezará en cuestión de minutos, con dos entradas en el bolsillo y un acompañante que evidentemente no llegará a tiempo a la cita.

Siete son las llamadas telefónicas que hago en siete minutos para encontrar un nuevo compañero y siete son los exóticos motivos que recibo para no acudir a un concierto de forma completamente gratuita a mi costa:

Motivo número 1.Estoy en una ferretería”

Es probablemente la mejor razón que existe para no acudir a un concierto, nada que objetar. Cuando uno entra en una ferretería, no le gusta ser molestado.

Motivo número 2. “Estoy preparando una acampada para niños

Los niños molan, vale, hay que hacerles caso, ¿pero no podrían darles por saco hoy un ratito?

Motivo número 3. “Estoy en la universidad

Y son las ocho de la tarde de un viernes. Hay que formarse para levantar el país.

Motivo número 4. “Estoy probándome ropa. En mi casa

¿Puedo ir?

Motivo número 5. "Estoy embarazada de ocho meses"

Lo que me faltaba por oír. La gente con tal de escaquearse, se inventa cualquier cosa.

Motivo número 6. “Estoy manejando un torito cargado con toneladas de naranjas

Seguramente es la segunda mejor razón que existe para no ir a un concierto, después de la de la ferretería. ¿Se puede hablar por el móvil mientras conduces un torito, por cierto?

Motivo número 7. “Estoy con mi novio. Además el grupo no mola nada

Me valía con la primera razón. ¿Hacía falta que me dijera que el grupo es una mierda?

En fin, el desenlace, más que evidente.