17 June 2006

Toallas

Después de unos días de reflexión, me he dado cuenta de que sí tengo una opinión formada sobre el mundo de las toallas. He aquí.

Las toallas de baño me gustan grandes, de modo que al atármela a la cintura me llegue hasta los tobillos; no pretendo ser el protagonista de uno de esos anuncios de colonia que caminan tranquilamente por el pasillo de su casa enseñando sus musculosas y afeitadas piernas. Me gustan las toallas que raspan, esas que se nota que vienen siendo usadas desde los años de la Movida.

Para un vestuario, prefiero una toalla más pequeña, más curtida, más manejable; que en un caso de emergencia pueda ser enrollada rápidamente y con un hábil movimiento de muñeca azotar el culo de un despistado compañero.

Los colores azul o gris claro son los que veo más adecuados para este tipo de toallas.

En cuanto a las toallas de playa, me gustan todavía más grandes, y que raspen incluso más. Me gusta ver hilos sueltos, manchas de vidas anteriores, dibujos descoloridos.

Las toallas del bidé, en mi humilde opinión, están totalmente obsoletas en el mundo actual. Esas toallas pequeñas, de vivos colores, que jamás ha utilizado nadie por que nadie sabe muy bien qué se tiene que secar exactamente con ellas. Es un despilfarro inaceptable. Además, ¿quién utiliza el bidé, hoy en día? Yo (concretamente) en mi casa no quiero que me lo pongan. ¡Que me hagan otro báter!

Otro tipo de toallas sobre las que me gustaría manifestar mi opinión son las pequeñas toallitas perfumadas para limpiarse las manos que podemos encontrar fácilmente en el cuarto de baño de los hoteles. Sugiero a los principales fabricantes de este tipo de productos, que se planteen un cambio en la fragancia que vienen usando, que después de veinte años de regular utilización, a los consumidores empieza a cansarles ese inconfundible olor a colonia Nenuco.

Por último, solo decir que eso de que Portugal sea el principal fabricante y exportador de toallas low cost -que todos hemos tenido siempre en mente como un dogma- es sólo un mito, ya que no he visto más de ¿dos? establecimientos en los que me ofrecieran toallas a buen precio. Por cierto, ¿cuánto vale una toalla?

4 comments:

Anonymous said...

Por fin todos sabemos lo que David opina sobre las toallas! Ahora sí podremos dormir todos tranquilos!
A mí las toallas de la ducha me gustan que lleguen hasta las rodillas, creo que estéticamente son mejores, aunque en invierno te mueres de frío!
Un tipo de toallas de las que no has hablado son esas que se usan para limpiar las manos después de comer marisco. Son tan inútiles como malas, porque las manos se te quedan igual de sucias después de haberlas usado y el olor fuerte a limón o algo parecido a mí me marea.
Para terminar quiero hablar de las toallas low cost. Cómo que no son baratas?? Los gallegos nos vamos (mejor dicho, se van algunos) a pasar el domingo a la frontera porque te venden toallas al kilo!!
Kilo y tres cuartos de toallas verdes, se faz favor!
Tú vete a Valença do Minho y toda esa zona y lo verás! Es la otra cara de Portugal que todavía no hemos descubierto! Lástima que ya noi tengamos tiempo.

zoanita said...

LOL! já tinha ouvido falar dessa obsessão dos espanhóis pelas toalhas portuguesas. na minha infância, os espanhóis vinham a portugal comprar toalhas, e os portugueses iam a espanha comprar pratos para a cozinha, caramelos e barbies (sim, a minha primeira barbie loura e esbelta foi comprada em espanha =) é verdade, com a globalização perdemos essa tradição...
menchu, agora os bidés servem para plantar flores. a sério. os designers encontraram uma utilidade para aquele objecto estranho. de qualquer forma, eu uso o bidé de vez em quando, para lavar os pés, quando a casa está tão suja que os pés ficam negros de ir do quarto à cozinha. ou quando se chega de uma festa na praia, com areia entre os dedos =)

J. said...

Gosto de toalhas compridas e rijas para quando saio do banho;

Acho piada às toalhinhas de bidé (sim, são bastante úteis no Verão quando passamos o dia de chinelas);

E as toalhas de praia... bem... a minha é cor de laranja com uns pássaros... É uma toalha de criança!
E por falar em toalha de criança, lembro-me da minha primeira toalha! Era muito pequena (se bem que na altura conseguia deitar-me nela e os pés não tocavam na areia), azul com umas franjas brancas e tinha um barquinho. E era assim que lhe chamava: "a toalha do barquinho"!

Lu said...

jajajajaja qué buena tu reflexión sobre las toallas. Me gusta tu blog, entré aquí hoy por casualidad y me han gustado los post que he leído.

Un saludo [te leeré a partir de ahora]

Las toallas, por favor, que rasquen!!!! las suaves no secan, están comprobado, en mi casa sólo se utilizan para las visitas, estéticamente son mas presentables.

;)