20 November 2006

Blasfemia

Si hay una serie de hombres sobre la faz de la Tierra que pueden presumir de haber sentido el inmenso poder que siente Dios al manejar a los seres humanos como si fueran marionetas a su merced, esos hombres son, ni más ni menos, que los hombres-orquesta de los banquetes de boda.

¿Quién tiene, aparte de ellos, el poder de hacer bailar hombro con hombro a desconocidos encorbatados al ritmo de canciones que siempre juraron odiar?

¿Quién puede, hacernos sentir como el mejor bailarín de pasodobles del planeta por el simple hecho de mencionarnos al final de una canción?

Estos hombres -o más bien debería decir superhombres- observan desde su púlpito a esa masa enfervorecida que agita sus cuerpos al ritmo de Paquito el Chocolatero pensando que ése es exáctamente el infinito poder que siente Dios (o Buda), al darnos la vida y la muerte.

"Si les dijera que se quitaran la ropa, sacrificaran un cordero junto al escenario, y me adoraran por siempre jamás, lo harían sin dudarlo" piensa el hombre-orquesta de nosotros. Y es cierto. No lo hace, porque como buen Dios, sabe dónde están sus límites.

4 comments:

Ramón said...

jajajaja. Me meo!
Qué tal te lo pasate en la boda?
Queremos ver fotos!!
Seguro que tú eras el primero en bailar, cantar y hacer caso a lo que el hombre-orquesta dijera!jeje

Anonymous said...

Já foi o casamento do teu amigo... Esse "puntito" já explodiu?

É de facto uma teoria interessante essa... Nunca tinha pensado nisso... Iluminas-me tu!

zoanita said...

pefeitamente verdade. de facto, sinto que preciso de um novo rumo na minha vida. vamos criar uma nova religião? a da adoração dos homenzinhos que tocam nos casamentos.

Anonymous said...

Parece-me uma óptima ideia! No próximo casamento a que for (vá amigos, saiam da casca, peçam os vossos mais-que-tudo em casamento que a minha vida está um bocado monótona de momento) vou atirar pétalas de rosa e dançar como uma "filha das flores" paracima do palco!

Avé a todas as bandas de casamento!