07 April 2007

Boicot

Todos lo odiamos, pero tarde o temprano, siempre acaba apareciendo.

Hablo del temido y odiado círculo de baile.

Suelen producirse en noches en las que todo está en término medio. Sales con amigos, pero no son tus habituales compañeros de juerga. La gente tiene ganas de bailar, pero no lo suficiente como para separarse del grupo. Todo el mundo ha bebido, pero no lo bastante como para salir disparado en busca de presas inocentes.

Y es entonces, en el momento que menos te lo esperas, cuando este indeseado fenómeno se produce. La gente se pone en círculo, equidistantes unos de otros, y baila tímidamente sin mirarse a las caras. El hueco que repentinamente se forma en el centro del grupo es abismal, casi infinito. Nadie se atreve a poner un pie en él por miedo a ser engullido por este agujero negro surgido espontáneamente de la nada.

Si el grupo es de cuatro personas, el círculo es discreto, intimo, aceptable. Pero como el grupo sea de ocho personas o más, el vacío que se forma en el interior es tan grande que es casi obligatorio que empiece a salir gente de la discoteca urgentemente.

Una vez se ha formado, es imposible escapar de él. Si intentas salir hacia fuera, te encontrarás solo, sin amigos. El círculo volverá a cerrarse, y tu espacio será rápidamente ocupado por tus anteriores compañeros de baile. Si intentas salir hacia dentro, la situación es todavía peor: estarás en medio de siete semi-desconocidos que repentinamente han encontrado un punto fijo en el que concentrar su mirada mientras practican sus tímidos bailes. Intentarás concentrarte en bailar de frente a uno solo de estos siete semi-desconocidos, pero las atentas miradas de los otros sobre tu espalda te harán sentir incómodo, provocando que inconscientemente empieces a rotar lentamente al mismo tiempo que bailas. Si en estático no se te dan muy bien los movimientos coordinados de brazos y piernas, olvídate de hacerlo mejor mientras giras sobre tí mismo.

Es importante estar bien situado una vez ve uno que, inevitablemente, el círculo empieza a formarse. Solo podrás hablar con quien tengas directamente a tu lado, con lo que es vital evitar que el pesado del grupo no esté a tu derecha, así como que el chico/a que te gusta esté justo enfrente tuyo observando con una perspectiva envidiable lo mal que bailas.

Es por todo esto por lo que, desde aquí, quiero impulsar un sistemático boicot a los odiosos círculos de baile. Si observais alrededor vuestro la inminente formación de uno de éstos destructores de la diversión, actuad: tiraos al suelo, gritad como locos, haced que la gente baile la conga, los patitos o la mayonesa.

Desde aquí, lo conseguiremos. Estoy seguro.

2 comments:

Ramón said...

Yo apoyo el boicot. Odio esos círculos. El último que recuerdo fue en mi despedida de Aveiro. Estábamos en el Club 8 y de repente se formó un círculo. No recuerdo si salí o no, pero seguro que lo pasé fatal. No lo recuerdo porque esa noche todo el mundo me invitaba y yo no podía decir que no, claro!

Anonymous said...

Así que vuelvas, vas sentir el poder de los circulos de baile in Razzmatazzzzzzzz

MUAHAHAHAHAHHAHAHA!!!