11 November 2006

Bus

No se puede hacer un viaje en autobús de más de cinco horas sin que al cabrón de Murphy se le ocurra aparecer.

O bien tienes la fortuna de sentarte al lado de un ex-adicto a la cocaína que no deja de enumerarte las maravillas de esta sustancia aunque cierres los ojos y finjas dormir profundamente, o bien te corresponde el único asiento de todo el autobús que no tiene ventanilla. Cuatrocientos kilómetros de recorrido donde lo único que puedes contemplar es el martillo de socorro que hay a pocos centímetros de tu oreja.

La película proyectada suele estar protagonizada por cualquier actor de prestigio de décadas anteriores
que en la actualidad se encuentra en rehabilitación de una original adicción, o por el no menos laureado actor que hacía de ladronzuelo malhumorado en la ya mítica Solo en Casa.

Si, ajeno a todo esto, decides dormir hasta llegar a tu destino, te hará bien saber que la postura cómoda que con tanto ahínco buscas, sencillamente no existe.

3 comments:

Anonymous said...

Ai... au.to.car.ro!!!

5 horas a chegar a Aveiro de Alcobaça... que desespero!

Mas a pior que alguma vez fiz: Valencia-Lisboa... Como eu te compreendo com essa história de más companhias!!!

Anonymous said...

Yo también te comprendo.
A Coruña- Madrid: 7.15 horas!!!
Y sólo una parada! Una vez tuve que ir al lado de un chino que no hacía más que moverse, hablar y hacer cosas raras. Menuda nochecita me dio!! Imagínate las ojeras cuando llegué a las 6.30 de la mañana a Madrid.

Anonymous said...

Cómo olvidar aquel Castellón-Barcelona en bus. la ida fue un poco putada: el olor a humanidad, un bebé llorando y todavía recuerdo tu frase: "ahora llega la odisea de dormir en un autobús..."
Y bueno, por no hablar de la vuelta... la gran película que nos pusieron, que tenía como actor principal a -, y la incómoda parada de 30 minutos en un área de servicio. cuando el chófer dijo "haremos una parada de 30 minutos para quien quiera cenar" y todos: vaaaa!!. nadie keria cenar! así que me leí la revista entera del Jueves. Menos mal que paramos en Castellón, no me quiero imaginar los que iban a Cádiz...