18 May 2007

retinas

-nombre- camina eufórico por la avenida.

Las naranjas, peras y plátanos de la frutería son de color rosa. La cruz de la farmacia es de color rosa, y en el cielo, sólo rosa. Así es como -nombre- descubre que sus retinas han dejado de ser transparentes, adoptando el color de la cosarosa.

Se acerca a un guardia de uniforme rosado para preguntarle la hora, el día, el año, el siglo en que se encuentra. Al darse la vuelta, la expresión que tiene el policía en la cara es la misma que tendría si un perro se le hubiera acercado y le hubiera dicho: guau-guau.

A pesar de no saber dónde está, a -nombre- le resulta muy fácil volver a casa. Sólo debe guiarse por el enorme bloque-esponjoso-rosáceo que se eleva entre los rascacielos más altos.

Antes de llegar, compra limpiasuelos.

2 comments:

cuthbert_gunslinger said...

¿Es cierto lo que ven mis ojos? ¡La cosa rosa ataca de nuevo!

Ramón said...

Joder, Daviciño!!
Ya estamos otra vez con la paranoia esa de la cosa rosa??
Yo no me entero de nada.
Me parece que escribes muy bien, pero no me entero...